El dinero manda

 27 oct, 25

He leído muchas encuestas, participado en algunas, dirigido alguna. He generado una profunda desconfianza hacia las conclusiones que se extraen con facilidad de las encuestas que se publican en la prensa, donde raramente se dan datos sobre tamaño de la muestra, margen de error y nivel de confianza; tamaño de la muestra; fecha de extracción y si telefónica, callejera, domiciliar, al tuntún. Entrenamiento y pago de los encuestadores; tamaño de las enuestas rechazadas, con no respuesta, con "no sabe" y similares. La empresa cuenta: no es lo mismo una empresa mundial "de reconocido prestigio" que las encuestillas que yo hacía con mis estudiantes en mi entorno asequible (y con errores garrafales). Y es lícito tener dudas sobre empresas gubernamentales que encuestan para publicar o, más claro, hacer propaganda. Dudar, no rechazar, encima si son amigos. 

Pero vayamos a Gallup en una encuesta problemática por las peculiaridades que tiene obtener una muestra representativa de la población en cuestión, ser capaces de obtener respuestas confiables y saber interpretar sus respuestas. Y los ángeles inocentes los dejamos para algunas películas. De todos modos, ahí va esto, mejor que no saber nada. Sirve para hacerse preguntas, dudo que dé respuestas.


Malos últimos tiempos, e interesantes 2011-2017. Pero tampoco es que les vaya tan mal estos días.


Si se tratara de una democracia parlamentaria en la que el estado de opinión podría influir (manipulaciones mediantes) en el voto, la cosa no va tan mal. Pero en sistemas autocráticos hay que mirar hacia otros lado: sus "quítate tú, que me pongo yo". De eso hay menos datos, aunque alguno llega. Tengo que verme el Moscow Times que se publica en Amsterdam y, con eso, está dicho todo. De todos modos, el aumento de impuestos podría contar, pero no sé, no sé.

Pero si es por simpatías populares (encuestados)

Pero quién ha dicho que las simpatías del "pueblo encuestado" sirvan de algo?

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