Sigue la historia
26 oct. 25
Un editorial de Haaretz plantea a cuestión de Cisjordana con suficiente crudeza como para impedir pensar que la violencia ha ternando en la zona, y no sólo porque existe Jordania y diga lo que diga al papel mojado del derecho internacional. Y es muy sencillo: mientras la ideología sionista tenga poder suficiente, la Tierra Prometida por YAHWH a Moisés seguirá siendo propiedad, por derecho divino, del pueblo judío representado por sus sionistas, digan lo que digan los jaredíes y los librepensadores.
Jesús de Nazaret, aunque hubiese nacido en Belén para así poder ser llamado "hijo de David", vivió sus primeros años en lo que ahora es Cisjordania, hijo legal de un carpintero de la zona, pero ya se sabe que lo que cuenta es la madre (Nota: la ley española que permitió reconocer el carácter de sefardí, español, de alguien nacido en el extranjero se basó en el apellido de la madre. No sé si se aplica a mí por el apellido de mi abuela, pero esa es otra cuestión)
Volviendo al periódico: Todo a su tiempo
Mientras no nos anexamos: el desplazamiento y la violencia aumentan en la zona C de Cisjordania
Y es que (periódico judío, pero no sionista)
Centrar el discurso público en si Cisjordania será anexada formalmente o no, pasa por alto la realidad sobre el terreno. La tarea de cualquiera que esté interesado en un Israel democrático es oponerse a la limpieza étnica en los territorios y asegurarse de que la demanda de cambio no se detenga en la Línea Verde, la línea de alto el fuego de 1949.
El proyecto sionista no ha cambiado. Su puesta en práctica dependerá de la correlación de fuerzas en el Parlamento (Knesset), del gobierno que salga de las urnas y de los intereses de vecinos y amigos, que no excluye a AIPAC, el grupo de presión, judío por cierto, más fuerte en los Estados Unidos (America Israel Political Action Commitee).
El proyecto a corto plazo que explicitó en su día el ministro Ben Gvir es, de momento, el tener "una casa propia" en Gaza. Mientras se termina esa parte, continúan las acciones en Cisjordania, o sea Galilea y Samaria.
En algo se ha de notar que el cristianismo (como el islamismo) sea una variante del judaísmo. Esto, los confucianos que quieren "mantener" Taiwán, es ajeno a su filosofía. Bastante tienen con el Japón (sintoísta) en el que, ahora, el gobierno USA parece tener atenciones, enterrando el genocidio de Hiroshima y Nagasaki.
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